lunes, 12 de febrero de 2007

Licencia para hablar...

Queridos lectores. Varias cosas han pasado desde que se publicó la anterior columna. Digo varias aunque en realidad sean hechos encadenados que nos demuestran como pasa el tiempo. Lo que tienen ante sus ojos es la foto oficial de nuestra celebración VIP de la pseudolicenciatura de los alumnos de cuarto año de Sociología. Ya lo se, demasiados sinonimos para una frase. Como sea, lo importante detras es que de ahora en adelante hay que empezar a poner los pies sobre la tierra y afrontar que estos años de universidad están muy cerca de su fin. No necesariamente nos hace más viejos o más fomes, no por eso dejaré de escuchar musica o tener conversaciones "metafilosoficas" sobre la nacesidad del sentido común en la ciencia o esas cosas...
¿Ser profesional a los 24 es algo bueno o habrá que esperar un poco? Mi abuelo paterno empezó a trabajar a los 14 en el campo, a los 17 se encontró con mi abuela y a los 22 ya tenían 2 hijos. Luego, mi viejo solo estudió hasta segundo medio (teniendo 18), momento en el cual despues de un alucinante carrete ochentero fui concebido como culpa y como unión obligada en el contexto de la obligación de formar una familia con papeles de por medio. Podría argumentar a mi favor que la tendencia indica que mientras las generaciones pasan más se demoran en comenzar a cumplir oficialidades como el matrimonio civil o el trabajo. El punto es que mirando los datos existe la concreta variable de asumir responsabilidades... vaya palabra...
Veamos. Tengo 22, terminando una carrera. No tengo hijos y a decir verdad la inestabilidad de parejas este ultimo año me puso tan insensible que a veces creo que estoy muy desapegado con lo que ustedes los terricolas llaman amor. Además asumí una posicion extremista en cuanto al trabajo y el sexo: Cuando estoy estresado dejaba toda responsabilidad tirada y me ponía a follar (perdon por decir estas cosas, pero despues de todo es la unica vez que hablaré de estos temas) y cuando tenía problemas sentimentales me ponía trabajolico. Despues de esa breve apreciación me acabo de dar cuenta que estoy ad portas del estilo de vida del profesional joven...
Todas estas ideas deformadas, desordenadas o poco gravitantes apuntan a algo en particular: Cuatro años donde debo admitir que he cambiado tantas veces que ya no me reconozco en mi pase escolar. han sido cuatro buenos años, con momentos de tantos tipos que es imposible ponerse a clasificarlos o enunciarlos. Pasé del marxismo al postestructuralismo, de la Tasa Tobin al Stencil, de la corbata roja con camisa negra a las poleras regaladas de mi hermana. De las zapatillas north star a las Chuck Taylor, de escribir mi diario de Julieta secretamente a intentar dar vuelta el formato fotolog para iniciar una revolución sin mucho fondo. Cuatro años despues todo parece indicar que en el fondo tanto cambio es por buscar equilibrio.
Bienvenida nuevas perpectivas obligadas, responsabilidades y otras tantas cosas que solo el paso de los años puede dar. Aún asi seguiré usando mis Chuck Taylor, despues de todo que la memoria por ultimo se quede en mis pies y marquen mis pasos.
Saludos, y como el juego, encuentre a Post-Wally.

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