Hoy fuimos a...

En esta ocasion: Velvet Mournig en Bistroi (cochrane 333).

Hace ya tiempo que no iba a ese lugar. Solia ir con una anterior pareja a creer que teniamos un lugar con estilo al cual visitar, al cual ibamos cada jueves en la noche a tomarnos una cerveza y encontrarnos con sus amigos gays. Eso nunca me molestó (de hecho, mi mejor amigo lo es) y disfrustaba ir allá, la gente era amena y la musica me hacia recordar mis incomunicables gustos musicales cuando era escolar... era en el fondo una reivindicación con un pasado muy particular de mi vida.

El afiche me daba buena espina... Kapranos en un afiche no podia significar una mala fiesta (al menos podia bailar Do you want to o This Fire). Me junté con una amiga y camino hacia el bar le comentaba de mis transgresores proyectos a partir de los medios de comunicacion masivos y su significado con la juventud; "un cambio teórico para una realidad inventada" le decia, cuando llegamos al local. Era extraño, no era lo que recordaba, porque en la puerta nos pidieron carnet (despues entenderia que era para reirse de nosotros, personas con un par de años más que el común del momento) y nos miraron muy seriamente, casi de manera hostil. Yo solo atine a tirar un par de palabras pesadas que sirvieron como excusa para enmascarar la fecha del carnet.
Adentro hacia calor y habia un olor a sudor mezclado con colonia barata... de fondo se escuchaba Miranda, un grupo cuyo relato pop me impresiona (creo que son más postpop que mis composiciones), y la gente se particularizaba por mucho gel, mucho piercing y poco seso. "Será nuestra llegada de mediano edad tratando de ser lolos o estoy en un lugar que me tiene un poco incomodo", le dije a ella. Al interior niños jugando a ser gays, a ser transgresores, pero que ante cada flash de una foto se transformaban en el hetero promedio. Lo que más me impresiono fue la musica, un recorrido por los mejores ventas y los videos "más alternativos" bajados de internet... era una mini blondie... de hecho, tenía un minimo de onda.

Dentro del local vendian POP'S (o sea chupete, cabezones, lolys), y sentí una especie de ternura que daba asco. Y ese asco no solo lo tenia yo o mi amiga, si no que se les notaba en la cara a los que estaban a cargo del local. Era como un "Si, nos dan asco, pero es parte del maldito negocio de enganchar clientes y mantener sustentable el negocio". Quisiera detenerme en un hecho bien particular: ¿Por que hoy los chicos que quieren ser gays (y hablo exclusivamente de los niños) tienen un perfil tan parecido? Podría ser la inmadurez, la pubertad con sus devenires o el incesante bombardeo de luces de Rock and Pop, Mtv o cualquier medio cuyo targed sea el quinceañero, pero lo que no pongo en duda es lo unidimensionales que pueden llegar a ser.

Antes, hablabamos de superficialidad, hoy de realización y solidaridad con un todo unidimensional que nos rodea. Eran niños jugando... jugando a ser gays, a escuchar musica identitaria, a tomar cerveza y a encontrar respuestas a su sexualidad en construcción. Jugaban a vomitar en el baño y a besarse niños con niños y niñas con niñas. Antes "Cabra chica gritona" era un comic exaltado de la niñas... hoy los niños gays las han converdido en una mala actuacion de una postulantes a piloto en un canal comunitario. Cuento aparte tuve con la musica. No puedes hacerte llamar DJ si no eres capaz de seguir un ritmo o entregar variedad entre tema y tema. Ser dj es conversar con la gente a traves de la musica y que los cuerpos comuniquen más allá de la letra de un tema del cual no sabemos la traduccion... en resumidas cuentas, Krampack tambien juega a ser DJ. Me fui del lugar despues de haver tomado una cerveza y haber bailado algo de Madonna o de Kylie. El lugar estaba lleno de humo de cigarros que corrian de boca en boca sin ser marihuana. Afuera, niños llorando por algun amor perdido o por alguna mala pasada...

Nunca antes habia estado tan cerca de lo incomodo que puede llegar a ser verse autoexcluido, y siento que mi deber pedirles que no lo hagan, en honor a la diversidad, a la inteligencia y a la seguridad de que eres alguien con algo en especial.