viernes, 27 de abril de 2007

An inconvenient truth about TVN...

jueves, 26 de abril de 2007

Concurso

Atención...

Ingresa a http://www.apreguntar.com/encuestas.php?id=4631696284a59

El ser humano que saque el puntaje más alto tendra la oportunidad de ganar una once conmigo en base a una Frank Sinatra con Mortal Kombat y Margareth Tacher
Suerte...

ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA (02/05/2007):

Como lo supuse, va ganando Andrea. Lo que significa que el premio va a tener que cambiar si ella gana...
Blas soy yo mismo que no recordaba la dirección de los puntajes y contesté las preguntas.
¿Quien carajos es "compañer"?

Puntajes allí http://www.apreguntar.com/puntos.php?id=4631696284a59

miércoles, 25 de abril de 2007

El poder y yo. Primera Parte.

Este es un relato real. Gran parte de los nombres han sido excluidos para no dañar a las personas involucradas. Más aún, si alguien se reconoce leyendo esto es porque también tiene una culpa por pagar.

Parte Uno: El momento de las ideas.

Corria el fin de año del 2005. A esas alturas estaba saturado de clases, trabajos, peleas con una banda que se sostenía solo por la tozudes de sus integrantes y las fechas pendientes. Ese final de año fue ridiculamente un ejemplo de quien escribe llevado a tantos ambitos en los que nunca había estado (por primera y unica vez en mi vida estaba estresado, tocando y planeando "el futuro") y a los cuales solo había entrado por la curiosidad de verse inscrito en otras instancias para el autoreconocimiento, para saber quien era yo y hasta donde podía llegar.

Estaba en tres momentos muy particulares: La postproducción del disco de la banda, una relación que devenía fracasada y un ritmo de ideas que no cesaban en las tareas universitarias. Ese último punto es quizas el más importante para este relato, porque la necesidad de verme relacionado por el "poder" va de la mano con sacar conclusiones respecto a esas ideas.

Era fines de octubre del 2005 y en uno de los ramos de la carrera había que concretar una investigación sobre algo que tuviera relación con la socialización y los medios de comunicación. Ese año fue muy convulsionado en términos de manifestaciones, tomas, discursos, conciencias y tantos otros temas que con el paso de los años siguen presentes, ya no como lucha, si no más bien como excusa para que las antiguas y nuevas caras de las diferentes instancias políticas tengan una vitrina pública y visitada. Y allí estuve durmiendo en el suelo de una facultad tomada, caminando por las calles de Concepción con un lienzo que llamaba a democratizar la universidad, al rato después corriendo por una calle con los pacos a tres metros y el guanaco espantando al resto, reclamando por la necesidad de que el estudio fuera un derecho y no un lujo y todas esas cosas que uno apoya extasiado por la masa que parece un estruendoso eco de tu propia voz.

La idea era entonces adentrarse en esos términos: ¿Como se socializa el poder y la representación al interior de la universidad? y ¿Los mensajes, las pancartas, los letreros de reclamo no son una expresión totalizadora de una expresión general de descontento apagada por los nulos espacios de participación y expresión de ideas fuera de las instancias politicas institucionales antes que simplemente ser escuchado?. ¿Pero como investigar eso? ¿Como entrar a esas instancias sin perder el rumbo y tratando de tomar todos los datos posibles? Vaya pregunta que se hicieron un par de amigos/vecinos mientras fumaban el enèsimo porro de marihuana un fin de semana. Entonces él, el ingeniero pianista y frustrado arquitecto llegó casi al mismo tiempo a la idea que concretaba todo: postular a la coordinadora de estudiantes (un regenerado centro de alumnos) sin buscar ganar, si no destruir y valorar romper. Diseñamos un plan de trabajo basado en la no publicidad de la candidatura, en criticar y destruir a los otros candidatos (a menos que se formara una alianza) y a partir de esas ruinas empezar a construir, es decir, plantear el miedo, el fracaso y el conflicto, temas que nunca han hecho que alguien gane en la politica, temas de los que todos escapan. Dentro de ese plan estaban también ensayar los debates, informarse y hacer notar cuando los otros no estaban informados.

Nuestro trabajo era de joyería: entrar sin que lo noten, provocar un caos basado en las propias falencias y salir por la puerta de atras sin cargar culpas, solo datos. Nos sentiamos preparados para eso porque nos habíamos dado cuenta de los errores de los otros, porque ya conocíamos todas sus cartas y ellos siquiera tenían idea de quien era el nuevo jugador y sus cartas. Lo desconocido siempre provoca miedo y desaliento.

Esperamos hasta el ultimo dia para inscribir la candidatura, para asegurarnos que los esperados candidatos estuvieran ya en la lista. Allí estaban los espejos de la eternización de las instancias del poder: viejos estandartes, delegados de curso, hijos de concejales y los eternos clones de los partidos de la izquierda revolucionaria de antaño. La verdad es que mucha gente me tachó de ser parte de la derecha después de saber lo de la candidatura; lo desconocido también crea confusión. En esto no había ni izquierdas ni derechas, había caos y reinvención como utopía.

jueves, 19 de abril de 2007

La ciencia del Sueño, cortos ganadores

Hace un tiempo atras este magazine les trajo, gracias a Youtube, el trailer de la ultima pelicula de Michel Gondry "La ciencia del Sueño". En Chile (y en el resto de latinoamerica) traía un concurso debajo del brazo que constaba de hacer un corto en formato "Stop Motion" que sería proyectado antes de la pelicula en el cine y sería parte del dvd.

Aca los cortos ganadores:

Primer lugar: Coipo Milk


Segundo Lugar: La cena


Tercer Lugar: Transehunde


Mi opinión concreta es que el premio esta mal entregado. Tan mal entregado que el orden es al reves, o sea, el tercero es el primero y el primero el más malo de los tres. Aunque a decir verdad ninguno de los tres me dejo muy satisfecho...

ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA

Existen menciones honrosas... pero da una lata ponerlos, sobretodo pensando que los cortos de esta sección son mejores que los ganadores... de todas formas los pueden encontrar en www.zona.cl, la pagina del pequeño burgues adolescente que todos quisimos ser y ahora odiamos... eso va para ti Copano

martes, 17 de abril de 2007

Correr recorriendo, no escapando

La semana que pasó me parecía más melancólica que de costumbre. Razones hay varias y entre las que puedo contar estaban volver de mi viaje a Santiago, reencontrarme con la familia y con Andrea (con todo lo que eso significa para mí). En momentos como estos uno se detiene a pensar en las relaciones humanas, en lo cercanas que están las personas, en nuestros temores juntos (y separados) y en lo que depara el futuro. Pero siempre tiene que ver con nosotros, o sea, ejercemos nuestro ego y nuestra historia como un manual del actuar que nos pone en una actitud semejante a un sabio precoz, como una persona capacitada para tomar las riendas de nuestras vivencias pasadas y aprender de ellas para ponerlas en el presente. El ejercicio del ego, en este caso, es esencial como clasificador de los eventos que suceden y por sobre todo nos pone en la posición de poder decir algo sobre nosotros, de darnos respuestas. Se supone que a eso le dicen identidad.
Pero hay un problema. O sea, no si sea un problema, podría ser un producto de las relaciones personales y de cómo las identidades congenian al punto de asumir una responsabilidad con otro que espera una palabra, una acción o simplemente de comprensión. Se supone que a eso le dicen amistad.
La semana que pasó fue complicada. Lo de la práctica me comienza a pasar la cuenta y mis horarios son cada vez más cortos para dedicar tiempo a las relaciones humanas. A pesar de eso las cosas comenzaron a girar fuera de mí y se movieron hacia el otro, el otro “amigo” (las comillas no son irónicas, son para especificar) que se cultiva en momentos como estos. Para hacerlo más sencillo: la semana que pasó vi mucha gente llorar por diferentes motivos, pero todos llevados por la crisis de lo que se perdió. Relaciones de pareja, perspectivas de vida, mascotas y demases enumeran los puntos álgidos de la tristeza repentina o cultivada escondidamente detrás de una faceta de persona dura.
La semana que pasó aprendí un par de cosas: Los amigos, aunque lo nieguen, siempre esperan una palabra, una opinión o una comparación de lo que les pena desde lo que uno cree. No es que quieran aprender con eso y busquen una respuesta que los haga salir del hoyo, más bien esas palabras son una especie de solidaridad, de “acompañándote en el dolor”, lo que no quiere decir que uno sea innecesario. Creo que la base de todo es hacerlos vivir nuevas experiencias, ponerlos en nuevas sensaciones que incluso se negaban, demostrarles que la pérdida o la crisis es solo una parte de la vida que suele tocar las fibras y consumir todo lo que le rodea. También estamos allí para ordenar las ideas que el otro no puede (o no quiere) sentarse a mirar, porque cuando las crisis aparecen el caos es el mejor aliado para sentirse tocando fondo. Y que quede claro que yo no estoy en contra de tocar fondo, de llorar, de las crisis o las pérdidas porque si las negásemos estaríamos jugándole una mala pasada a lo que podríamos hacer en el futuro. Aprendí de mí que la coraza que llevo puesta y que mucha gente critica no es otra cosa que una especie de ejemplo de lo protector que puedo llegar a ser.
Pero mientras alguien lloraba también aprendí a perder para ganar. Su crisis existencial sobre los esfuerzos en vano en un mundo donde todo anda mal fueron excusa para saber que me gusta que sea feliz y una idea que me quedó dando vueltas: a pesar de las corazas, de los finales tristes, de los ideales perdidos (que en realidad solo están escondidos por allí) y de quien sabe que otra cosa lo importante detrás es que cuando se cree que todo alrededor está mal es porque estamos mal nosotros mismos, porque hemos olvidado lo que nos gusta hacer. Ni más ni menos. A pesar de que todo esté mal, a pesar que en el mundo la gente gane un carajo sometiéndose a la esclavitud disfrazada de trabajo, a pesar que todo signifique algo que nos recuerde lo que no podemos superar, a pesar incluso que nosotros mismos tratemos de olvidar, las cosas ya llevan bastante tiempo funcionando así de mal. No quiero que se malentienda así que intentaré ser preciso: Si vemos que nuestros esfuerzos para que las cosas estén mejor son en vano y eso nos desarma al punto de sentir que no podemos hacer algo no hay que llevar el estandarte de los perdedores. Podríamos empezar a cambiar la situación creyendo que hay cosas que nos gusta hacer, que hay temas pendientes o cosas que aún no comienzan, poniéndoles atención y sintiéndonos gustosos de hacerlos. El mundo puede que esté mal, pero se acostumbró, quizás por eso no se cansará de esperarnos cuanto tiempo sea necesario para que demos lo que siempre quisimos hacer para que todo esté mejor.
La semana que pasó me di cuenta que estoy más afectuoso que de costumbre y que la gente ha captado mis cambios sin que yo me haya dado cuenta de su descubrimiento o de mis propios cambios. Me he saturado “en la medida de lo posible” (como alguien dijo en los noventas) de relaciones humanas porque también siento que la extraño en una dosis muy fuerte y me gustaría que estuviera ahora para que viera lo diferente que es todo desde que atamos algunos cabos sueltos. No es mi intención conocer gente nueva, con la posición temporal en la que me encuentro el viaje es en reversa, en volver a la semilla, en tratar de ganarle en algo al tiempo perdido. Si para eso las lagrimas tengan que estremecerme pues bienvenidas sean para los demás y para mí.
El sábado pasado aprendí que puedo correr más que la última vez. Y cuando mis piernas no daban más corrí un poco más porque tenía que pensar todo esto. Pero no corrí huyendo, si no recorriendo. La música en mis audífonos nunca antes estuvo tan bien elegida para esta ocasión ni sonó tan fuerte como ese día. Vamos a ver que aprendo esta semana…

Dedicado a Andrea, Claudia, Lulú y Jorge.

lunes, 9 de abril de 2007

Revista Blank y su campaña contra el prejuicio.

Hace ya un año y medio tuve una de las conversaciones más particulares en las que me he adentrado, todo a propósito del tema del prejuicio y siendo antesala para un quiebre amoroso de una relación muy particular.

Ella, según me decía, llevaba en sus ojos y en su mente una enfermedad de nuestra era, esa que nos diferencia y no nos deja ver más allá de la cara de un extraño. Casi siempre la sensación de sentirse prejuicioso, de no querer entender al otro y aceptarlo nos pone en una posición de intolerancia que puede llegar a molestar cuando te preocupas de no serlo. Como sea, sentía una falencia dada su estadía en un país nuevo para ella y las nuevas situaciones que llegaban a descolocarla, y con eso a crear una barrera contra lo que quería conocer y vivir. Para mi los prejuicios son un ejemplo de la identidad que hay que llevarlos en la espalda como formas de ser uno frente al otro. Sinceramente ya pasé por la etapa del "oh... que buena, quiero conocer tu onda, saber más de lo que hacen" y ahora solo está albergada en las encuestas o entrevistas que preparo para mi tesis. Superar un prejuicio o formarse uno nuevo es un espejo de como somos, de lo que queremos y lo que ya tenemos. Sinceramente, preferiría un millon de veces tener prejuicios que andar por la vida aventurandome a entenderlo todo desde dentro...

Pero como siempre hay gente que quiere cambiar el mundo, y aprovechando la fecha que ya pasó de Semana santa, la revista Blank desarrolla una campaña sobre los prejuicios contra la gente que tiene una identidad diferente, ese otro que está al lado de nosotros y que nos incomoda que se haya puesto allí. Siento que a pesar de no ser público objetivo para esa campaña (en realidad siquiera me interesa quien esta al lado si no me comunica algo) este asunto es rescatable. Excelente producción para una utopía demasiada humana para lograrla...

Fotos:







La campaña completa abajo

http://www.blank.cl/comercial.html

Aproveche tambien de revisar el video...