miércoles, 6 de junio de 2007

Liberen a Paris Hilton


Hay una frase en la película “Trainspotting” a propósito del consumo de heroína que puede ser un buen pie para iniciar esta apología a la figura mediática de Paris Hilton, hoy encarcelada por manejar sin documentos luego que su licencia fuera retenida por conducir en estado de ebriedad. Una frase que sin ser la más rutilante de toda la película sin duda que nos deja en claro la necesidad de la autodestrucción como método de supervivencia, como identidad. La mentada frase “La gente se cree que esto es solo miseria, desesperación y muerte, algo que no hay que olvidar, pero lo que olvidan es el placer que supone” nos demuestra que, en circunstancias como la descrita, perfectamente todo puede clasificarse allí. La contaminación atmosférica, por ejemplo, es parte en culpa del placer que supone conducir un auto mientras los demás se mueven como animales en el Metro, en las micros del Transantiago o vaya a saber uno en que lugar de Chile (donde cada ciudad pelea por tener peor transporte público), soluciones a ese conflicto que por lo demás no son otra cosa que otro problema. El café, el cigarro, las chaquetas de cuero, los diamantes, el sexo por Internet, el celular y una interminable lista de “novedosas ayudas para la vida moderna” no son otra cosa que la necesidad de la autodestrucción, de generar un placer que concibe, a la vez, un final de profunda soledad, de ser tan especial que terminas solo o de una igualdad tan repetida en otros que al final todo lo que está hecho para ti es para los demás, o sea, nada es realmente tuyo.
Paris Hilton, en ese sentido, nos ha mostrado un cambio de como hoy en día se ejerce la resistencia a esa gran máquina llamada (ponga aquí el nombre que usted estime pertinente). Paris, la niña mimada, millonaria, puta vestida de Prada, proclamada reina por los canales de televisión del espectáculo y por personajes como Bansky y su “arte subversivo genera-dinero”, la rubia que sabe hacer nada salvo vomitar sus ínfimos almuerzos (y conducir en cualquier estado) es reprimida y llevada a la cárcel en el punto álgido de su peculiar carrera sin un documento que la identifique como Paris.
Su carrera al estrellato nace con el video porno casero que un ex novio vendió por unos cuantos miles de dólares. Luego fiestas, saludos, reality show, chiguaguas en carteras, películas, discos, esculturas, novio nuevo por cada semana. Si incluso llego a ser la figura mejor pagada del mundo por no hacer nada salvo ir a fiestas a hacer acto de presencia para darle perfil al evento (es increíble que haya gente investigando eso). Rompió la barrera de la discriminación racial teniendo una amiga, Nicole Ritchie, hija de un negro no tan millonario que no le pudo seguir el ritmo. Le enseñó feminismo radical a Britney haciéndola bajar de una limosina sin calzones y la ex cantante “se lo enseñó” al mundo, enloqueció y ahora vaga penando por los escenarios de Las Vegas como un imitador barato de Elvis.
La resistencia de París es ser inalcanzable aún cuando en este preciso momento, y por 21 días más, esté vestida con ropa Standard, naranjo chillón y sin joyas. No va a estar entre Latinas tatuadas ni menos entre contagiadas de SIDA por culpa de una violación siendo prostituta experta en camioneros que mató por protección, de hecho lo más seguro es que el lugar no parezca una cárcel. Esa posición la compró el dinero que su padre juntó poniendo hoteles por el mundo, empleando obreros con hambre en Estados Unidos y enseñándoles modales que los ricos siquiera se dan cuenta, contratando por temporada a jóvenes universitarios latinos que llegan a hacer el dinero que nadie quiere hacer gracias a transnacionales de la esclavitud “flexible” en vez de llegar a crear academia. Paris es la reencarnación de la tranquilidad que entrega la estabilidad, de que todo el mundo te vea con o sin ropa y que no se aburran de hacerlo solo porque eres la figura que ellos no son, por lo que su potencial revolucionario es mayúsculo.
No es a París a la que tienen que encerrar porque ella no eligió donde nació, ni la gente con la que creció. No eligió el sistema que la avala, ni las marcas de auto que la auspician, las joyas que le regalan (o que compra), la revista que publica su foto entrando a la cárcel o todo lo que he querido decir de ella hasta el momento. Ella es una victima de la maquina (ponga aquí el nombre que usted estime conveniente), solo que esta vez la victima no es pobre, negra o latina. Pero esta victima se sabe generadora de dinero y su dolor se traduce en ese vandalismo tanto para la ley conduciendo ebria como para la moral mostrándole su culo flaco y paliducho al mundo. De seguro no le importará estar en prisión 23 días porque cuando salga el dinero que gane en su primera aparición pública pagará todo el que no tuvo en ese lapso de tiempo. Es como el ex reo que delinque después de salir, porque no sabe hacer otra cosa. Ni a París ni a nadie que pase por una cárcel el encierro le hace cambiar, porque ni ella ni nosotros estamos mal, solo somos victimas que además no queremos cambiar la situación.
Postpop Magazine, en su interminable ayuda a la comunidad desde la posición de medio vanguardista e idealista, llama a las masas a pedir con fiereza la liberación de nuestra compañera Paris Hilton y que se encarcele a quienes realmente son los principales culpables de todo esto: los periodistas que acatan las líneas editoriales solo por la oportunidad de trabajo. Pedir que encarcelen a Donald Trumph sería igual a creer que encarcelando a Paris la situación va a cambiar porque son “un peligro para la sociedad”. Sin periodistas no hay cobertura de parte de los medios a las noticias que después tragaremos digerida y aliñada por lo que otros quisieron decir antes que nosotros. Puede que también sean víctimas, pero son las víctimas que crean otras, es decir, son culpables por acato y por omisión de su calidad de victima. Omitiendo su verdad terminan siendo cínicos, maquinas triviales que “crean opinión”, y que, supuestamente enseñan en las universidades.

LIBEREN A PARIS HILTON PORQUE ESO NO SIGNIFICARÁ QUE LAS COSAS ESTÉN MEJOR. LO QUE SE COMETIÓ ES UNA INJUSTICA CONTRA UNA VICTIMA QUE REALMENTE SABE QUIEN ES Y QUE NOS ENSEÑA A RESISTIR A TRAVÉS DE E! ENTRETAINMENT TELEVISION.